Corta tres de tus 4 limones y extrae el zumo de limón.
En un envase o directamente en tu licuadora, agrega la leche condensada y el zumo de limón, te aconsejamos que este último ingrediente lo agregues poco a poco a medida que vayas mezclando para que el punto cítrico quede justo a tu gusto, posteriormente, agrega un poco de ralladura del limón sobrante y asegúrate de mezclar bien todo hasta tener una crema homogénea.
Para empezar a armar tu marquesa o torta fría de limón, coloca una capa muy fina de tu crema en el molde (nosotros usamos uno de 23 cm de largo x 6 cm de alto) y encima una capa de galletas remojadas previamente en leche. Ten cuidado de no remojarlas durante mucho tiempo ya que se pueden desarmar.
Una vez ya hecha la base de tu marquesa, coloca una nueva capa de crema de limón, esta vez un poco más gruesa y luego una capa de galletas previamente remojadas en leche y repite el proceso hasta agotar toda la crema.
Finalmente, lleva a tu nevera por un mínimo de 4 horas o preferiblemente durante todo el día.
Para decorar puedes colocar galletas trituradas sobre la última capa como hemos hecho nosotros o si prefieres, un poco de ralladura de limón.